Tipos de practicantes
En el Tripura Rahasya 19.16, una obra shakta tardía pero importante sobre Jñana yoga, distingue tres tipos de aspirantes al Jñana yoga, según su predisposición psíquica (vasana) predominante:
1. En el primer tipo predomina el mal del orgullo, lo cual dificulta la comprensión adecuada de las enseñanzas de la no-dualidad. Este tipo de individuos pueden superar su defecto cultivando la confianza en la enseñanza y en el maestro.
2. El segundo tipo sufre de “actividad”, en el sentido de la ilusión de ser un sujeto activo, una personalidad egóica involucrada en actos, hecho que impide que la ecuanimidad y la claridad sean las bases de la sabiduría real. El tipo que piensa en sí mismo como autor de las acciones simplemente necesita la Gracia que le permita un tipo de comprensión diferente.
3. El tercer tipo –el más común– padece del “monstruo” del deseo, es decir, de las motivaciones que van en contra del anhelo de liberación. Las personas de este tipo se pierden a sí mismas. Por ejemplo en el hambre de poder, el deseo de fama o las intenciones de posesión sexual. Este tercer tipo, impulsivo, tienen que hacer un esfuerzo coordinado para cultivar el desapego y la discriminación a través del estudio, la veneración y el contacto asiduo con los seres realizados.
La mayoría de los practicantes del Jñana yoga pertenecen al tercer grupo: suelen ser personas que todavía están luchando contra deseos y motivaciones, personas que se hallan en conflicto entre el impulso y el camino hacia la emancipación. Se esfuerzan por discernir lo real de lo irreal y atenerse a lo primero en todo lo que hacen, dicen y piensan.
El Tripura rahasya, 19.35 afirma además que el factor más importante del éxito es el impulso hacia la emancipación. Se dice que el estudio filosófico por sí mismo es como “vestir un cadáver”. No cobra vida sino es a través del deseo de liberación, mumuksuttva. Este deseo debe sentirse profundamente y no solo basarse en una fascinación casual o ilusiones de grandeza. Ante todo, para que dé fruto, el impulso hacia la liberación debe traducirse en una práctica diaria constante.
Según los esfuerzos y la personalidad del practicante, el Jñana yoga puede manifestarse de diferentes formas en distintos individuos. Sin embargo, como se apresura a observar el desconocido autor del Tripura rahasya, 19.71, estas diferencias no significan que la sabiduría sea múltiple. Antes bien, Jñana no admite distinciones. No es distinto de la Realidad trascendente en sí misma.
A continuación, este texto sánscrito habla sobre aquellos jñanis que están liberados, pese a seguir presentes en el cuerpo físico. Estos grandes seres, llamados jivan mukta, liberados en vida, permanecen inmutables ante todas las inclinaciones y los deseos que puedan surgir en sus personalidades condicionadas.
Una segunda categoría comprende a aquellos practicantes avanzados de Jñana yoga que están tan centrados en el trabajo sagrado de la autotrascendencia que, en su firmeza mental, parecen carecer de mente.
Estos son los sabios ilustres. Su ausencia de mente, amanaskata, se manifiesta en una cualidad infantil que refleja su simplicidad interior absoluta. No sienten ninguna preocupación ni tampoco interés por adquirir conocimiento o demostrar inteligencia. Para ellos, su mente es útil sólo en la medida en que les permite manejar las cuestiones prácticas de su vida.
Gradualmente su ausencia de mente es reemplazada por una espontaneidad perfecta en todas las circunstancias, sin el circuito interventor del cerebro-mente de pensamientos o emociones.